Otro tiempo en el tiempo
Por Valeria  González y Laura Lina

Desde 2003 hasta la actualidad Gabriel Baggio realiza la performance Conversación. Ella consiste en el tejido de una bufanda de dimensiones variables (el aumento de su tamaño es directamente proporcional a las “capas de performances” que se suman cada vez que esta es reactivada), al tiempo que –en algunas oportunidades–, mediadas por una pequeña ofrenda (hecha por él mismo) como algo para beber o comer, el artista mantiene conversaciones con quienes deseen compartir ese momento junto a él. La experiencia viene desarrollándose en lugares y escenarios totalmente disímiles, de manera independiente, como parte de una muestra e incluso de una acción colectiva.^[1]

Baggio menciona de qué manera el tejido adquiere artisticidad en tanto recupera esa esfera de lo cotidiano que le dio origen.^[2] ¿Cómo habitamos nuestros espacios de todos los días? ¿Cómo encontrar en estos sus intersticios, sus posibilidades de resistencia, su potencial creativo? Michel de Certeau investiga el vínculo del consumo como producción, no como una deglución pasiva o anestesiada, sino como una apropiación creativa a través del uso: “las maneras de utilizar el orden imperante”.^[3] Central en su teoría es la relación antagónica entre táctica y estrategia. Estratégica es toda manipulación calculada desplegada por un sujeto de voluntad y poder (una empresa, un ejército, una ciudad, una institución científica) en un espacio de propiedad. “La estrategia postula un lugar susceptible de ser circunscrito como algo propio y de ser la base donde administrar las relaciones con una exterioridad de metas o de amenazas”.^[4] La táctica es, en cambio, el arte del débil en el lugar del Otro. En esos lugares fijados de discursos totalizantes, despliega sus ardides, hechos de tiempo.

Conversación puede pensarse como la configuración de una táctica de resistencia frente a esas verdades unívocas, fijadas como absolutas, que delinean un saber producto de la configuración patriarcal y heteronormada en la que se inscribe. Una acción blanda, que muta y acompaña los contornos de los cuerpos de artista y partícipe generando una operación transformadora que ejerce además un recorte espaciotemporal, la posibilidad de la pausa que detiene el tiempo y lo convierte en un tiempo otro, el ritmo propio, singular, de un intercambio. Recupera, además, el sentido casi mágico de la comunicación interpersonal, tan bastardeada en tiempos de la sobrecomunicación, y repone, a su vez, en esta charla, la revalorización de la idea de “cuchicheo”, como recurso femenino de cuidado y de trasmisión de la información que se da en lugares marginales o fronterizos, en contraposición a la idea del “habla” masculina en espacios privilegiados de legitimación de ese poder. Baggio asume, nuevamente, el lugar de lo femenino para operar críticamente sobre las codificaciones encorsetadas que constituyen la matriz del masculinismo en algunas propuestas del arte contemporáneo. Podemos en este punto hablar de una feminización de la performance:^[5]“…feminización que se produce cada vez que una poética o una erótica del signo rebalsan el marco de retención/contención de la significación masculina con sus excedentes rebeldes (cuerpo, libido, goce, heterogeneidad, multiplicidad, etc.) para desregular la tesis del discurso mayoritario”.^[6] Si Penélope teje y desteje para configurar una temporalidad cíclica que atempere la espera de su amado, Baggio logra torcer la pasividad de la espera: en un tejido incesante se amalgaman historias propias, huellas del hacer que trazan una urdimbre mnemotécnica y que guardan, secretamente, las voces susurradas y los gestos cómplices de los ocasionales partícipes y testigos.

2020

Fragmento del texto principal del libro La Tarea

^[1] Un ejemplo lo constituye la participación en el ciclo “Arte y confección, semana cultural por Bruckman”, llevado a cabo en mayo de 2003. El evento convocó a numerosos artistas de distintas disciplinas en apoyo a la resistencia de las obreras textiles de la fábrica recuperada, y se desarrolló en una plaza a pocos metros de la fábrica (en las calles Jujuy y México), donde las trabajadoras habían montado un acampe permanente.

^[2] Ver entrevista realizado por Federico Baeza en esta misma publicación.

^[3] De Certeau, Michel; Giard, Luce y Mayol, Pierre (2000 [1980]). La invención de lo cotidiano, México, Universidad Iberoamericana, tomo I, p. 36.

^[4] Op. cit., p. 42.

^[5] Tomamos este concepto de la idea de “feminización de la escritura” planteada por Nelly Richard en Richard, Nelly (1989). Masculino/Femenino. Prácticas de la diferencia y cultura democrática, Santiago de Chile, Francisco Zegers Editor.

^[6] Ibid., p. 35.